Viendo esta foto todos dirías que sí que vivo en esa maravillosa isla de la calma, cálida, soleada, de aguas cristalinas... ¿no?
Y ahora ¿cómo se le queda el cuerpo a los ingleses que vienen a torrarse estos días? Jejeje. La playa de Alcudia, una playa grande preciosa, enorme, rodeada de hoteles, apartamentos, resorts (por eso la sabia cámara enfoca al mar y no a la orilla) en plena semana santa vacía. Sólo estábamos unos quince personajes, nosotros dos con paragüas, los ingleses, con paragüas ni de coña claro. Incluso alguno de ellos se animo a bañarse.
Por cierto, esto es un consejo para los amantes de semana santa, pasen a ver ese jesucristo aún vivo y sin estigmas, que francisquillo se encontró en el campo mallorquín.
3 comentarios:
jo, qué fotos tan bonitas. Qué envidia te tengo cuando te chuleas de vivir en Mallorca... Pues que sepas que me queda nada para irme allí a pasar un mes y un día llegaré y no me iré más, na, na, na. Preciosas fotos (y a tu Fran dile que deje de ver Candy Candy a escondidas y que vuelva a ponerse las pelis gores, que se nos está amoñando, ji, ji, ji)
Aaaaaaaaaaaah, qué envidia más recochina!!! Es preciosa la foto, ¿me la puedo quedar? En fin, ahora mismo voy a echarle unas fotos al Llobregat a ver qué pasa.
Por cierto, Cabra, me parece muy fuerte que vayas chuleando de que un día te irás y no volverás. Pa que luego vayas pidiendo papeles fraternos. Ya hablaremos. En otro blog.
Es que los ingleses, que me lo ha dicho un amigo, aparte de un cuajo del quince, tienen una capa de piel impermeable de medio centímetro lo menos, así estilo elefante, pa que no les cale el chirimiri. Es una mutación suya que les permite sobrevivir todo el año en Bristol.
Tu foto número 1 me da unas ganas de tirarme a lo trampolín...
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