Visto, lo visto, tengo que sucumbir. Mmmm, qué sacrificio.
Aquí la tenéis, feliz después de su desayuno lácteo y enfundada en uno de los faldones hechos por su amatxi Mari Luz. Ahí donde la veis, la niña es muy, pero que muy, afortunada. Tiene mil cochas hechas con mucho amor: chaquetillas, faldones, gorritos (y eso que entre el invierno y el crecimiento cefálico de la niña, no están teniendo mucho uso), patucos, hasta decoración única tiene. A ver si os voy haciendo unas fotillos y lo veis.
3 comentarios:
Qué peponaaaaaaaa!
Y qué ganas de verla en vivo y en directo.
Besote!
por Diooos, qué bonita, qué bonita y qué bonita. Vale, quiero a mi nene pero ya mismo! Besitos muy fuertes en esos mofletes que me quiero comer....
Yo le tendría miedo a las dos estas de antes que te han dejado mensajes, creo que les va la antropofagia, no dejes que se acerquen a tu hija. En cambio yo, yo... vale, yo también me la comería. Jo, pero si es que lo dice claramente en esos mofletes: "Cómeme"
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