A veces tenemos una visión un poco bucólica de las cosas naturales y soñamos con hacer nuestra propia ropa, nuestra propia mermelada, nuestro propio desdodorante... Y creemos que con un día de 24 horas de trabajo y demás menesteres, no hay mucho lugar para este tipo de idealizaciones.
Pero una sigue empeñada en soñar un poquito. Para colmo se lía a leer a gente que lo consigue y se tortura pensando que no aprovecha el tiempo y yo que sé qué. Compra los ingredientes (telas, aceites...) y espera tener tiempo (o simplemente utilizarlo) para hacerlo. Algo así me ocurrió. Leí el blog de Angry Chicken y me dio envidia. Lo volví a buscar y apunté la receta. Volví a buscar la receta y busqué los ingredientes. Algunos los encontré fácilmente y otros me costaron un poco más. Por fin los tenía todos en casa, pero parecía que ningún momento era el bueno. Y el momento adecuado llegó con una excusa perfecta: una preciosa cajita metálica. Tuve una buena razón para comprarla y una vez la tenía encontré el momento perfecto y ta chan, me hice mi propio desodorante. Y ES GENIAL. No diré más. Bueno sí, que es eficaz, huele muy bien y es muy fácil y rápido de hacer. Así que animaros.
Yo creo que en realidad se trata de una gran evolución, pero bueno opiniones para todos los gustos, como siempre.
1 comentario:
Si es que el tiempo a veces es elástico!
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