No hay nada como el mar para relajarse un poco. Antes de que llegue la marabunta a esta bonita isla.
Sobre todo después de intentar por enésima vez ponerme en marcha con esta (ver más abajo). Menos mal que su verdadera dueña enseguida sabe cómo ponerla en marcha. Algún día lo conseguiré...
Es chula ¿eh?
1 comentario:
Qué envidia sana ver el agua saladita en las rocas. :)
Publicar un comentario